TRABAJO VOLUNTARIO
¿Qué has de hacer?:
- Leer con atención y pensar en su significado, no solo en el pasado sino también en la sociedad actual, en tu vida, en tu entorno… Busca una situación de tu vida, o si lo prefieres una noticia (actual) o una fotografía (en este caso has de explicar su significado) relacionada con este gesto. Recuerda argumentar tu elección. Opinión Personal/Conclusión Final.- -
Lavar los pies
«Se levanta de la mesa, se quita el manto, y tomando una toalla, se la ciñe. Después echa agua en una jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla que llevaba ceñida» (Jn 13,45)
Acariciar los cansancios. Despojarse uno de pompas y honras, de títulos y méritos, para vestirse la toalla de quien está dispuesto a cuidar del otro.
Partir el pan
«Mientras cenaban, tomó un pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio diciendo:“ Tomad, esto es mi cuerpo”» (Mc 14,22)
El pan que es la propia vida. Partir, repartir y compartir lo que uno tiene, lo que uno es, lo que uno sueña y siente. Dar tu fuerza y tu debilidad, tu ilusión y tu abatimiento, tu canto y tu silencio. Dar tu tiempo y tu mirada, tu riqueza y tu nada. Darte cada día.
Besar sin amor
«Judas se acercó enseguida, le dijo “¡maestro!” y le dio un beso. Los otros le echaron mano y lo arrestaron» (Mc 14,45-46)
Pervertir un gesto que habla de vida, de confianza, de proximidad, y se convierte en señal de distancia, marca un abismo, sella un abandono y una traición. Pervertir la ternura, mentir con el cuerpo, abrazar negando.
Afirmar la Vida
«Le preguntó el Sumo Sacerdote: “¿Eres tú el Mesías, el hijo del Bendito?”. Jesús respondió: “Yo lo soy”» (Mt 26,63-64)
Ante quien haga falta. No negar, ni callar. Cada vez que alguien habla de un amor infinito. Cada vez que alguien alza la voz y la vida para oponerse al que mata y hiere, al que excluye y desprecia.
Lavarse las manos
“Pilato pidió agua y se lavó las manos ante la gente diciendo: No soy responsable dela muerte de este inocente. Allá vosotros” (Mt 27,24)

Contemplar la cruz
«Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María de Cleofás y María la Magdalena» (Jn 19,25)
Esa cruz de fidelidad y compromiso, de promesa y cumplimiento, de un amor incondicional y eterno que se derrama sobre cada ser humano.
Cada quién la contemplamos desde nuestras propias inquietudes. Le miramos, y de nuestros labios brota una plegaria de perdón, una acción de gracias, un grito de aliento, una sacudida de dolor o el silencio perplejo de quien se ve desbordado…